Con sus equipajes cargados de herramientas, esperanzas e ilusiones, las alumnas de la Lic. en Artes Visuales de la Facultad de Artes de la UNT, Marta Nazarena Suárez Trejo; Luz María del Rocío Méndez y Mariela de Los Ángeles Pérez viajaron a la ciudad de Resistencia para participar de este destacado encuentro de escultores de todo el mundo.
Luz y Mariela son estudiantes del Taller de Escultura Matutino y Nazarena del Taller A Linares, cursan el 5to año de la Lic. en Artes Visuales y juntas decidieron emprender al gran desafío de participar de la Bienal Internacional de Escultura que en una primera instancia las enfrentó a postularse al “Premio desafío – Hierros Líder”, junto a otros equipos que también disputaban un lugar para representar a Tucumán. Este primer reto fue conquistado con éxito tras la positiva devolución del comité evaluador sobre el boceto del trabajo presentado que, como aseguraron las participantes, “el tema debía ser algo que nos identifique como tucumanas, que recuerde a los argentinos y enseñe al resto del mundo lo que significaron los Kilmeé o Quilmes para Tucumán”. A partir de ese momento se presentarían otras cuestiones que debían resolver en tiempo récord para llegar con todo listo al día del evento.
Las estudiantes se refirieron a su trabajo con pasión y un enorme sentido de pertenencia. La obra presentada se denomina KILMEÉ – EPOPEYA DE BRAVOS GUERREROS y busca representar la epopeya del pueblo de Quilmes. “Esta idea surgió cuando se buscaba en la historia de la provincia de Tucumán algo que mostrara la identidad de ésta, su esencia, remontándonos más allá del memorable 9 de julio de 1810. Como oriundas de Tucumán estamos orgullosas de nuestra historia, del coraje de nuestros antepasados, bravos guerreros que lucharon por su libertad, por su pasado y futuro, evitando ser subyugados, resistiendo heroicamente durante 130 años el asedio de los españoles”, expresaron las estudiantes.
La participación de estas tres futuras licenciadas en Artes Visuales en un evento de tal envergadura, les significó una experiencia única y enriquecedora para su formación como estudiantes y prontas profesionales donde además tuvieron la posibilidad de compartir y aprender junto a escultores de Estados Unidos, España, Kosovo, Hungría, entre otros países que reunió esta edición 2024 de la bienal. “Participar en la competencia escultórica de estudiantes de arte fue una experiencia inolvidable y enriquecedora. Desde el primer día, el ambiente estuvo cargado de creatividad, entusiasmo y un fuerte sentido de comunidad”, comentaron.
En el camino también se presentaron algunas dificultades sobre todo económicas ya que las alumnas debían contar con un amplio número de herramientas, vestimenta adecuada y segura y los medios para poder viajar. Sin embargo los apoyos y colaboraciones llegaron rápidamente por parte de diferentes personas, organizaciones, familiares y amigos que apoyaron sin dudar esta oportunidad única, “el viaje no nos costó nada, viajamos con todo pago, porque nuestros familiares, amigos, familiares de amigos, personas que no conocemos, el vicegobernador Miguel Acevedo, el ministro del Interior Darío Monteros, el Sr. Carlos Segura, la Fundación del Bicentenario, el Legislador Cacho Gómez, la Flia. Alderete de la empresa LUTE S.A.S, profesores de la Facultad de Artes, los licenciados Ariel Xamena, Aimé Rodríguez, Marta Ponce, Raquel Pastor, Rubén Jiménez, Ximena Balbuena, Lucas Vallejo, el centro de estudiantes y compañeros de cursada y talleres y hasta un egresado que actualmente esta trabajando en Nueva Zelanda nos envió su colaboración”, expresaron con profunda emoción y agradecimiento.
La participación de Luz, Mariela y Nazarena significa un orgullo no sólo para la Facultad de Artes de la UNT sino para la provincia de Tucumán que estuvo muy bien representada gracias al profesionalismo del equipo. La obra que desarrollaron durante la bienal se encuentra en Chaco y luego será emplazada para formar parte de las tantas esculturas que caracterizan a esta provincia, denominada capital nacional de las esculturas.
“Decidimos realizar esa escultura aún sabiendo que los jueces apuntaban a lo contemporáneo y nos mantuvimos fieles a nuestro estilo y preferencia por lo precolombino. Fue un verdadero honor ser parte de este evento y esperamos con ansias futuras oportunidades para seguir creciendo en el mundo del arte”.
Sobre la obra
KILMEÉ – EPOPEYA DE BRAVOS GUERREROS
Cada provincia participante recibió un tronco de árbol que se entregaba por sorteo. Las medidas eran 200 cm de largo por 0.80 cm de diámetro; este elemento debían lampiñarlo antes de comenzar a esculpir. Para ello se dividieron el trabajo y explotaron el fuerte de cada una y la minuciosidad con la que les gusta trabajar a las tres.
“Su resistencia se ve reflejada en los troncos curvados con forma de arcos, en uno de ellos lleva en bajorrelieve las armas utilizadas por los Kilmeé; del centro se desprende una máscara, las que fueran utilizadas para definir roles en ceremonias o rituales. A los pies del bulto escultórico se encuentran ofrendas a la Pachamama, resumiendo con esto la historia de este pueblo guerrero en comunión con la naturaleza”.