La Facultad de Artes adquirió una carta de puño y letra del artista Lino Eneas Spilimbergo, considerado uno de los artistas fundadores de nuestra institución. La misiva data del 30 de julio de 1952 cuando Spilimbergo deja Tucumán y se la envía a Medardo Pantoja el conocido Pintor de la Quebrada de Humahuaca, que también integró el plantel docente de la Facultad en sus inicios.
Las cartas son documentos muy valiosos, fuentes de conocimiento histórico que proporcionan valiosos aportes y datos. En este caso, se trata de una carta privada que permite conocer otra faceta de la vida de los artistas, sus deseos y posturas frente al arte.
“La adquisición de la carta que se inserta en la Colección de obras que posee la Facultad de Artes, es un homenaje al maestro Lino Eneas Spilimbergo que honró con su magisterio a la naciente institución universitaria. Es, además una fuente de estudios para la educación patrimonial de nuestros estudiantes y de investigadores que deseen profundizar en las relaciones con grupos del campo cultural, social o político de la época”, destacó Silvia Agüero, decana de la Facultad de Artes.
Sobre Spilimbergo
Lino Claro Honorio Eneas Spilimbergo nació el 12 de agosto de 1896, en el barrio porteño de Palermo. En 1919 comienza a enviar obras a los salones nacionales y en 1921 se instala en la provincia de San Juan, donde realiza su primera exposición individual. En 1922 obtiene el Primer Premio de Grabado en el Salón Nacional.
En 1926 se trasladó a vivir a París, donde estudió con André Lothe, quien influyó poderosamente en su obra. Un año más tarde, y sin interrupción hasta 1943, comenzó a exponer en todos los Salones Nacionales.
Desde 1935 fue profesor de la Academia Nacional de Bellas Artes. En 1937 su trayectoria mereció un doble reconocimiento: obtuvo el primer premio del Salón Nacional argentino y la medalla de oro del grabado y el gran premio de pintura de la Exposición Internacional de París.
Considerado uno de los grandes maestros del arte argentino, fue contratado entre 1948 y 1952 para impartir clases de dibujo, pintura y composición en la Universidad de Tucumán, donde fue director del Instituto Superior de Artes. Allí se dedica con pasión a la formación de artistas que trabajan en equipo para la producción de obras murales y establecer, así, contacto con el pueblo. Algunos de sus discípulos fueron Sixto Aurelio Salas, Carlos Alonso, Enrique Sobisch, Medardo Pantoja, Luis Lusnich, Eolo Pons, Leopoldo Presas y Ana Sacerdote.