Ante procesos de estallido social, represión, desestabilización institucional y la reaparicion de las FFAA en el tutelaje de las democracias latinoamericanas con el golpe de Estado en Bolivia, nos preguntamos hacia donde va la investigacion sobre América Latina. Desde la Facultad de Artes entrevistamos a María Clara Medina, historiadora egresada de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Tucumán, recientemente elegida como presidenta del Consejo Europeo de Investigaciones Sociales de América Latina (CEISAL).
Maria Clara Medina trabaja a tiempo completo en la Universidad de Gotemburgo, en Suecia y recientemente fue elegida como presidenta del Consejo Europeo de Investigaciones Sociales de América Latina (CEISAL). Un puesto que ocupará, por primera vez en 50 años de la institución, una mujer y latinoamericana. Su elección se realizó luego del Congreso de la Ceisal, donde participaron como expositoras la Decana de la Facultad de Artes, Estela Noli, y la Secretaria de Posgrado y Articulación Docente de la Faunt, Silvia Agüero.
El CEISAL es una asociación que agrupa institutos universitarios y centros de investigación europeos que se dedican al análisis interdisciplinario de América Latina. Actualmente, CEISAL cuenta con 38 organismos miembros de 17 países.
“Es significativo que por primera vez en sus casi 50 años de historia, la presidencia del Ceisal quede a cargo de una mujer latinoamericana”, comenzó. Para Medina, su elección se puede leer como un reconocimiento a la educación pública no solo de Argentina, donde se recibió de historiadora, sino también de Chile y Suecia, donde completó sus estudios posgrados y se consolidó como investigadora.
“Es algo que siempre remarco porque la universidades públicas, con todos los problemas que tienen, son escuelas de formación institucional, de valores democráticos, de políticas de equidad, de la discusión de libertad académica, en principios rectores que te marcan en tu vida. También implica una responsabilidad social”, consideró.
Su designación también se interpreta como una manera de conectar con otros espacios que son macroregionales, como Los Andes, pero que no son centrales en las relaciones interacadémicas. “Cada vez es mayor la tendencia a ampliar interacciones con las regiones que no han sido consideradas centrales aunque sí lo han sido en la producción de conocimiento latinoamericanos”, reflexionó.
En ese camino, se está produciendo una revisión constante a nivel europeo de la noción de Derechos Humanos, de la definición de movimientos sociales y de las políticas de inclusión. “Se está tomando conciencia que estamos en el 2019 y que hay discursos y prácticas sociales que deberían ser erradicadas. Esta tendencia me llevó a la presidencia. La sorpresa es que hubiese tan poca resistencia a esto”, indicó.
Desde el punto de vista concreto de cuestiones de genero, su elección es fundamental por una cuestión de “paisaje de género”. Para la académica: “Cuando cambia lo que se ve, se cambia la expectativa de lo que podés ser. Si el estereotipo de poder cambia y ya no es un señor de traje y corbata y puede ser una señora de traje y corbata, eso hace que otras personas que se puedan identificar conmigo o con mujeres en lugares de poder y eso abre expectativas y el techo de cristal se quiebra. Y si es una mujer con perspectiva de género, mucho mejor”, recalcó Medina.
En Europa existe una polarización muy profunda entre ideologías democráticas e ideologías antiderecho de todo tipo. En esa polarización y en esas tensiones estaba preocupada Medina, porque no sabía adonde podría ir el Ceisal: si los argumentos de los movimientos antiderechos, neofascistas y de extrema derecha habían permeado ahí. Con gran alegría vio que no se reflejaron y eso, consideró, fortalece a la institución.
La relación con la UNT
María Clara Medina ingresó a la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) en 1983, último año de la dictadura en la Argentina. Pudo transitar todas las etapas del proceso de transición y consolidación democrática. Fue testigo de los cambios en el país pero también el desarrollo regional. Y así su relación con lo andino se vuelve un tema más científico y emocional, a pesar de lo europizado de los planes de estudio de la carrera de historia de ese momento.
Fue una de las fundadores del Instituto Interdisciplinario de Estudios Latinoamericanos en la UNT, lo que le sirvió como un entrenamiento de la conformación de un campo de conocimiento nuevo que eran los estudios latinoamericanos. “Por eso, mi reconocimiento a lo que recibí en la universidad de Tucumán que me formó y me dio las herramientas para seguir avanzando en esas mismas líneas”, rescató Medina.
Actualmente no hay relación formal entre el Ceisal y la UNT. Sí hay con la Universidad Nacional de Tucumán convenios de cooperación e intercambio con departamentos e institutos que son parte del Consejo Europeo.
“El hecho de que la decana de la Facultad de Artes, Dra. Estela Noli, haya estado presente durante mi elección y haya visto como funciona el Consejo y las políticas académicas, también es una manera de conectar para ver las relaciones con la UNT y las posibilidades de cooperación”, destacó Medina.
Objetivos Ceisal
Como presidenta del Consejo Europeo, la historiadora se plantea impulsar políticas de equidad y de inclusión para incorporar no solo cuestiones de género sino también de etnicidad y de clases sociales. Otro tipo de posicionamientos ideológicos y epistemológicos.
También fortalecerá la cooperación con la Red Europea de Información sobre América Latina (Redial). Esa red es paralela al Ceisal y anteriormente existía una cooperación muy estrecha entre ambas instituciones que se fue perdiendo. Otro plan es organizar el archivo del Ceisal, ahora que cumplen 50 años, y también organizar el próximo congreso del Ceisal que será en Helsinski en 2022.
“Después tenemos otros tipos de temas en la agenda como son completar el mapa de Europa con las facultades, departamentos, etc, que sean de humanidades y de artes. Todo donde haya investigación sobre América Latina. Hay gran desarrollo teórico, compartimos marcos conceptuales. Creemos que será enriquecedor que el Ceisal sea realmente de todos los investigadores e investigadoras”, reflexionó la flamante presidenta del Consejo Europeo.
El contexto
En la academia europea, uno de los principios básicos es que todas las universidades públicas tienen políticas institucionales para impedir, combatir y neutralizar todo tipo de practica discriminatoria. Hay tolerancia cero contra la discriminación social en todas sus formas: género, identidad sexual, étcnica, racial, simbólica, etc.
“La Unión Europea (UE) es un motor muy importante para la promoción de derechos democráticos, de principios de representatividad, etc. Tiene lineamientos muy claros y específicos de para qué necesitamos sistemas educativos y para la formación de qué tipo de ciudadanos y ciudadanas. No es aproblemático, tiene sus tensiones y su discusión política. Todo eso hace que haya cierta homogeneidad en nuestra noción de para qué hacemos ciencia y para qué hacemos investigación social sobre América Latina: aunque lo digamos de manera mucha más indirecta, es para promover la justicia social y para garantizar un nivel de vida digno para la mayoría”, sintetizó Medina.
Por eso, las investigaciones académicas contribuyen, o es su intención, al mejoramiento de las condiciones de vida de las poblaciones de América Latina. “El objetivo es estudiar la realidad para proponer el cambio para mejorar las condiciones de vida de la población civil”, explicó.
En este sentido, la historiadora no escapa a opinar sobre lo que está sucediendo en la Argentina con la oleada feminista. “Mi área de investigación concreta es derechos humanos, derechos sexuales y reproductivos. Estudio y escribo el caso argentino porque es un caso paradigmático no solo a nivel continental sino a nivel global. Los ojos del mundo están puestos en América Latina y se notó mucho el año pasado”, consideró la investigadora.
Para Medina, en América Latina se pelea por derechos que en Europa luchan para que no se toquen. “No es asombroso para mi que el 60% de la población de Polonia vote un gobierno de extrema derecha pero un 80% sale a defender el derecho al aborto. Lo que pareciera contradictorio para otros, para mi es resultado de una evolución histórica. Fueron derechos conseguidos en la década del ‘60, ‘70, y están consolidados en las poblaciones como derechos adquiridos. Estamos todos en la misma ola: en esta parte defendiendo para que no nos quiten lo que tenemos y allá peleando para conquistar lo que necesitan”, concluyó.
Congreso Ceisal
El 9º Congreso Internacional del Consejo Europeo de Investigaciones Sociales de América Latina se desarrolló en Bucarest, Rumania, entre el 29 y el 31 de julio.
El eje temático principal fueron los 20 años de cooperación entre América Latina y Europa, una temática que apuntó a las relaciones internacionales, acuerdos bilaterales, convenios regionales y temas de cooperación académica específicamente.
Hubo conferencistas principales que hablaron de la internacionalización a nivel de estudiantes y profesores. Se analizaron cuáles son los destinos más buscados por estudiantes Latinoamericanos en Europa y se explicaron los porqué. Otro tema que se abordó fue el de las currículas y qué pasa concretamente con la equivalencia de los créditos y de las calificaciones: cómo hacer para equiparar y facilitar que estudiantes de Latinoamérica reciban calificaciones en Europa y no tengan problemas al incorporarlo a sus licenciaturas y doctorados a la vuelta.
Otro
eje fueron las vinculaciones entre UE y Mercosur y UE y Nafta, las tendencias,
obstáculos, expectativas. También hubo una explosión numérica en los simposios
propuestos de los temas que tienen que ver con las problemáticas sociales
actuales: violencia de genero, acoso sexual en las universidades, políticas de
integración para las universidades. Todas las discusiones se centraron en
generar conocimiento científico.